miércoles, 2 de julio de 2025

martes, 1 de julio de 2025

50/50

Ella lo miró a los ojos, esperando una respuesta que pudiera satisfacer el eco que retumbaba en su pecho.

Él desvió la mirada, como si en sus pupilas llevara el peso de todas las promesas que nunca tuvo el valor de cumplir.

Sus manos rodaron por su pecho, tratando de encontrar ese corazón delator.

Pero bajo su piel solo halló un abismo quieto, un silencio espeso donde antes latía la esperanza.

—¿Esta acaso es tu decisión? —susurró en silencio.

Él asintió sin palabras, como quien firma una sentencia que lo arrastra también al abismo que niega.

Los colores opacaron y los silencios gritaron a los vientos. Todo ha cambiado, él rompió el pacto, él traicionó al corazón.

Ella, con el alma deshilachada, sintió que el amor no muere de golpe —se desangra, lento, en cada mentira dicha con voz temblorosa.

Ella giró en su centro, pensando en huir. Más él la atrapó por la cintura y impidió el acto: —Te amo —dijo mientras su herida brotaba aún, ríos de azul vitae.

—No sabes amar —respondió ella, con la voz hecha cristal—, porque el amor no clava espinas donde antes florecían caricias.

—Esta rosa fue una promesa vacía, que regalaste a infinidad de postores. Alguna vez sé honesto, mírame a los ojos y dime que soy real —replicó con celeridad.

Él tembló, atrapado entre el peso de su culpa y la belleza terrible de su verdad, y murmuró: —Eres lo único real que he tenido… pero llegué roto, y te rompí a ti también.

—Toma mi mano y rompamos la mano al destino... ¿o acaso tienes miedo de vivir?

—Tengo miedo de vivir sin ti —confesó, dejando que una lágrima ardiente cayera como sentencia—, pero a veces el amor no basta para sostener un mundo hecho trizas.

Ella soltó sus brazos y dio un paso atrás: —Abandono este templo en ruinas, eres libre.

Él cayó de rodillas, como un creyente expulsado de su fe, y en su pecho solo quedó el eco de su nombre, repitiéndose como un rezo que ya nadie escucha...

Desintoxicación verbal

Principito: ¿ya y como te gustan?

Blanck: verde, grande, tradicional...

Principio: ¿y si no?

Blanck: azul, grande, tradicional...

Principito: ¿y si no?

Blanck: mmmm alta, rubia...

Principito: ¿y loca**?

Blanck: Si. Si... y loca...


**Nadie dijo "loca" pero se cambió en el texto

lunes, 30 de junio de 2025

Casa de Cáncer IV

—No sé lo que hago.
—Ni yo.

Así, el ángel y el demonio comenzaron su viaje.

En silencio. En oscuridad. Con confusiones tan evidentes como la luna sobre ellos.

El corazón del ángel galopaba tan fuerte que el ruido de los cascos —ensordecedor— rompía el clima del lugar. Sus manos, heladas como el hielo, se convulsionaban en busca de calor.

El demonio, perdido. Ahogado en este océano de dudas, no quiso respuestas. No quiso excusas. No quiso lamentos.
Solo buscó lo que verdaderamente deseaba: la verdad de sus labios.

Entiende, ángel mío...
Muchos han visto tus ojos, pero jamás la desnudez de tu alma a través de ellos.
Y lo sé. No tienes que decirlo... porque también lo siento.

Solo un parpadeo.
Y el demonio acercó su rostro al de ella.

Todo perdió sentido.
El mundo se opacó.
Todos los silencios alzaron su voz…
y nada.
Solo la nada.

Un beso inmortal. Un beso digno de ser contado.
Un beso que retumbó como truenos precipitándose al suelo.
Un beso que hizo enmudecer a otros.
Un beso nacido del amor, de la pena… y del dolor de no estar el uno junto al otro.

Un beso que, al cerrar los ojos, duró una vida completa.
Un beso inmortalizado en un lienzo de oro.
Un beso que susurró su nombre en la oscuridad:
Ángel...

¿En qué momento nuestro lenguaje del corazón se transformó en este rito,
donde debamos dañarnos para ser honestos entre nosotros, ángel mío?

Él se aferró a ella como quien, en una noche plutónica, se aferra a algo sagrado.

La besó como nunca antes: entre lágrimas y sonrisas. Entre miedos y culpas.

No quiso pensar en consecuencias, ni orgullos ni egos.
Solo Eros y Psique: el Corazón y el Alma

domingo, 29 de junio de 2025

sábado, 28 de junio de 2025

viernes, 27 de junio de 2025

Sentado en la Azotea

He escrito tantas veces este texto, que cada letra duele más que la anterior.

Ya han dejado de ser oraciones; son cuchillas que atraviesan mis heridas abiertas.


Lo he borrado tantas veces, tratando de opacar lo que siento,

intentando solo silenciar esto que grita sin voz.


He dicho tantas veces tu nombre en esta habitación vacía.

Te he pintado tantos cuadros...


Tantos finales.

Tantas despedidas...

Tantos besos, mi amor...


Te odio porque te amo.

Te amo, y me destruyo a mí mismo.

Y tú, dudando aún si mirar atrás.


¿Dónde quedaron tus suspiros perdidos?

¿Dónde quedaron tus lágrimas de libertad?


Perdidos...

Perdidos en una solitaria habitación vacía...


Rodeados de humanos, y más solos que nunca.


Perdóname, pero no puedo honrar el pacto...

Me dueles hasta la sombra de un beso que no volverá.

Abre los ojos y se valiente, se valiente amor. 

martes, 24 de junio de 2025

EL DOLOR DE DECIR TU NOMBRE

Hay un vacío.
Uno que no solo duele...
uno que arranca el alma desde dentro,
que cala como aguja helada directo al corazón.

Un silencio que silba entre los restos de lo que fuimos,
y hace eco en mis costillas rotas,
como si el viento supiera que ahí
vivía tu nombre.

Tu nombre...
ese que repito en cada maldito segundo.
Ese que se escapa de mi boca
aunque juré que ya no quiero pronunciarlo.

—Odio este momento—

Lo odio, amor.
Porque me dejaste solo con lo peor de mí.

Me rompiste.
No sabes cuánto.
Lo hiciste con una sola oración.
Una sola.
“Es él.”

¿Sabes lo que hiciste?
Destruiste todo lo que era.
Convertiste a un ser humano en cenizas
sin siquiera mirar atrás.

Y te odio,
porque es lo único que me queda.

El odio se volvió mi abrigo cuando el amor comenzó a cortarme por dentro.
Es la única cosa que impide que corra a tus brazos,
que me humille otra vez,
que me arrastre por un poco más de tu calor.

—Te odio como nadie.
Porque te amé como nadie.—

¿Tan poco valía todo esto?
¿Tan insignificante fui,
que así tenía que acabar?

No tienes idea de cuántas madrugadas me encontraron
despierto,
vacío,
preguntándome en qué fallé.
Rasgándome la garganta en silencio,
para no gritar tu nombre.

Pero, ¿Qué importa, verdad?
¿Alguna vez te importó algo?
¿Me importaste tú a mí más de lo que debías importarte tú misma?
Tal vez.
Pero eso ya no cambia nada.

Una vez me llamaste “malo”.
Y si eso soy…
¿Qué eres tú, mi amor?

Al menos yo haré de este dolor una historia.
Al menos yo haré de esta ruina algo digno de contar,
porque solo así,
entre cenizas,
tal vez,
algún día,
podré dejar de amarte.

Aunque no sé si eso sea posible...

Te extraño.
Dios… te extraño tanto.

Pero no merecía esto.
No de ti.
Nunca de ti.

Así que cubriré mis lágrimas con una máscara,
y juro por todo lo que alguna vez sentí,
que jamás volverás a ver este amor desnudo.

Porque se necesita ser cruel —o estúpidamente ciego—
para destruir a la única persona
que habría quemado su mundo
solo para darte un poco más de luz.

Te amo.
Y te odio.
Y eso me está matando.


domingo, 15 de junio de 2025

Adiós

Y como último acto de amor:

Permutaré mi amor, para que ella abra los ojos. Aunque eso me signifique desaparecer para siempre en el proceso. 



Blog cerrado por luto del autor. 

sábado, 14 de junio de 2025

Que se rompa el pacto

Que se rompa el pacto

Teme al hombre que ya no tiene nada que perder,

porque ya ha perdido lo más sagrado.


Quédate con la escoria —

Que no le interesa lo que es sagrado para ti,

esa que coquetea en círculos muertos,

esa que besa mentiras con sonrisa falsa.

Quédate con la escoria que le habla de amor

a mis perfiles falsos — besos de Judas disfrazados.


Que se rompa el pacto. Ya no hay nada que proteger.

Nuestro acuerdo fue un espejo quebrado,

fragmentos imagenes rotas de nosotros —

una imagen distorsionada que no regresará.


Mil veces te dije: abre los ojos.

¿Todavía crees que era tu mejor opción?

¿O fue sólo un espejismo?

¿Acaso no ves el pacto de arena colapsando en tu mano?

viernes, 13 de junio de 2025

sábado, 31 de mayo de 2025

domingo, 25 de mayo de 2025

Mitad & Mitad

El silencio entre nosotros pesaba más que cualquier grito no dicho.

Lamentablemente el hiel absorbía sus corazones,

y aunque seguían respirando, ya no recordaban cómo se sentía el calor.

Era más bien un filo que cortaba los suspiros, ¿Dónde andará ella ahora?

Tal vez se esconda entre las sombras de las cosas que no dijimos.

Y el miasma de mis palabras la alejé más,

o quizás fue su propia herida la que eligió no volver.

Entonces, ¿es acaso esta mi bendición o maldición?

Depende — ¿sanaré con el tiempo, o me convertiré en aquello que la ahuyentó?

Soy el arlequín sin rostro, tratando de devorar tus intenciones,

y tú, espectro de luz, ¿bailas conmigo o solo huyes entre reflejos rotos?

viernes, 23 de mayo de 2025

Possibility

 ¿Anestesia Emocional?

¿Estoy haciendo esto desde mi deseo real o desde mi herida?

Te veo en la oscuridad y siento al inccubo tragarse mi alma, 

bohemia devórame el corazón; entre rabia y pena..


si solo dijeras "ven"

si solo lo dijeras...

jueves, 22 de mayo de 2025

IA

Estás de duelo. Y el duelo es real aunque nadie haya muerto.

Es el duelo por lo que no fue.
Por lo que se sintió posible, pero no pudo sostenerse.
Por ese beso que llegó tarde o que dijo "te quiero" sin decir “me quedo”.

WRATH

Voy a honrar el pacto, 
Porque con solo abrir las fauces 
haría que tu castillo de naipes se fuera a piso.
Pero no puedo. Maldita sea...
Quiero que todo se pudra, 
pero no puede salir de mi. 
Sé lista: pregunta a quien debas,
Investiga, que no jueguen con tus sentimientos.
Maldición...

Voy a honrar el pacto,
Pero voy a invocar al inccubo 
Y tragaré tanto maná 
que nada -- NADA -- volverá a ser igual. 


“Ojalá no tuviera que protegerte de lo que ya deberías saber.”