lunes, 11 de agosto de 2025

MUJER CaZrAl9O15(BO3)


Sus labios, apenas entreabiertos,
dejaban escapar suspiros que se fundían con los míos,
hasta que un gemido rasgó el silencio.

Su columna se arqueaba en un susurro de deseo,
sus piernas me atrapaban, negando toda huida,
su ardiente cadera anclada contra la mía.

Tu piel… oh, mi diosa… tu piel…
ardiendo bajo mis manos,
mientras el sudor dibujaba ríos sobre tu cuerpo.

Tus gemidos eran mi melodía,
y mis mordidas, la respuesta a cada nota.

En tu mirada me precipité al abismo,
por un “te deseo”,
por un “te amo”,
por un “soy tuyo”,
por un “eres mía”