martes, 23 de abril de 2013

Falacias .-

Que tonto.. que tonto; y justo cuando el Arlequín se sentía en la cúspide de la vida; el viento volvió a rozar tan fuerte sus mejillas que a roto su pobre mascara; donde la felicidad se acoplaba a los largos días y la tediosa rutina ya le parecía solo una sonrisa; a de llegar la ninfa de los silencios y hacer que dicha mueca de alegría se torne violeta.
-"¿Porque confiar?" grita entre llantos al mar-.
-"¿Tan despreciable soy; que me torno desechable a la orilla del volcan?-
-"¿Lo que siento es un castigo... porque debo seguir llorando; si solo deseo ser feliz?-

Sonrío al ver este acto cruel; donde el Arlequín coje su sonrisa perdida y sus sueños de atardeceres y comienza a tragarselos poco a poco; ahogandose de tanto en tanto con el alcohol que ingiere. Perdido en lágrimas y cantineros diminutos. Sueños de tu y yo; osea de él y ti. como diablos sea.

No hace falta reír, grita el Arlequín. Ya no quiere fingir; a lanzado lejos su orgullo; rasgando sus ropas alzando las alas esperando llegar a un mejor norte. Dios ... un mejor norte.

Ya no quiere llorar:


Solo quiere Eternidad...


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