-"¿Porque confiar?" grita entre llantos al mar-.
-"¿Tan despreciable soy; que me torno desechable a la orilla del volcan?-
-"¿Lo que siento es un castigo... porque debo seguir llorando; si solo deseo ser feliz?-
Sonrío al ver este acto cruel; donde el Arlequín coje su sonrisa perdida y sus sueños de atardeceres y comienza a tragarselos poco a poco; ahogandose de tanto en tanto con el alcohol que ingiere. Perdido en lágrimas y cantineros diminutos. Sueños de tu y yo; osea de él y ti. como diablos sea.
No hace falta reír, grita el Arlequín. Ya no quiere fingir; a lanzado lejos su orgullo; rasgando sus ropas alzando las alas esperando llegar a un mejor norte. Dios ... un mejor norte.
Ya no quiere llorar:
Solo quiere Eternidad...
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