viernes, 30 de mayo de 2014

Ella

Donde olvido mi Ego?
Justo en el segundo en que te acercas y tu voz corta el aire que respiro...

Sacrosanto y Macabro

[Puede que la existencia algo mas natural libere mis ansias de hambre; puede que beber de mejores ríos me haga olvidar el néctar que se destila de ti; puede que comer una fruta madura me haga olvidar la  ambrosía que eres... o puede que arrancarme los ojos de verdad me haga olvidar todo, o tal vez no.]

jueves, 29 de mayo de 2014

Caotica y sin remedio

Me parece caótico tener que verte a diario y no poder verte al mismo tiempo;
de sentirte brisa a brisa oleada a oleada y al mismo tiempo caer en el burdo juego de no darte la cara; de no tomar tus manos, de no poder sostenerte la mirada aunque fuese unos segundos.
Sé que no se debe; sé que no se puede; pero muy en el fondo esa prohibición es la que día a día me carcome el alma y genera que el vergel de mis emociones colapse y se incendie día a día; no debo, no debo, no debo.
Eh cruzado la fina la linea tangencial la cual nos separa; he corrido siguiendo tu plateado rastro sin mas ni mas. pero aun estoy aquí:
lejos... muy lejos de ti.
aunque te tengo aquí frente a mi. frente a mis ojos. frente a mis dedos. frente a mi rostro; pero no estoy.

es caótica esta situación en la cual podría soslayar la pequeña franja que nos separa y aun así no puedo... no puedo... no debo.

Dios: ¿que hago ? soy el mas pequeños de tus pecados vivientes en tierra de ángeles; tratando de subsanar una herida maldita, tratando de no caer en los juegos del hombre y aquí estoy, muriendo poco a poco en un mar de locura carmesi; il sangue rosso dolce.

Luna de plata darme consuelo en la noche plutónica darme cabida en mar de reyes y enseñarme como puedo cubrir mis ojos con la neblina de años y años de andar. Dame dios confianza y fuerza para verte y sin sonreír pueda susurrar en despacio tu nombre sin decir el mio a la vez. Dejar de una vez esta mala historia y ponerme en marcha, poner mis pies en camino; lejos muy lejos de ti y aun así no tener que vivir con esta condena que desacopla mis sentidos.

Porque tu me armas y desarmas con solo pronunciar tu nombre: locura. 

Creo francamente que el pez se suicidara si se enterase que lleva el mismo nombre de "quien no debe ser nombrada"