martes, 22 de noviembre de 2016

miércoles, 2 de noviembre de 2016

dos de diez

Entonces sus ojos de alquitrán dejaron de contaminar el mar. La bruma negra que expelía su cabeza se había marchado por completo. Los cielos, nuevamente azules eran una señal clara de que su tiempo había concluido y todo lo que restaba ahora era esperar a que los pastos crecieran nuevamente, que los arboles encontraran nuevos nutrientes y todo tomase su cause normal. Pero "él" insistió en dejarse caer de espalda y contemplar el vació que en su vida quedaba. Ver como ya todo cambiaría, que nada seria como antes. Sintió miedo, incluso algo de desesperación, mas no pudo ocultar su inquietud sobre su andar. Tomo sus piernas entre sus brazos y volvió a una posición fetal. Cada vez mas joven se hizo. Cada segundo se volvió mas pequeño. Tanto que el césped paso por sobre su cabeza y se volvió una jungla de nada. La imagen de ella en cada paso tormento sus sentidos. susurro su nombre inmortal al viento y dejo caer una lagrima o dos. Ya nada sera como antes, ya nada es igual. El cielo ahora obscuro era una señal inconfundible de que el alquitrán regreso y que ese humo demoníaco ahora salio de "él".