Pero no nos olvidemos de la portadora de luz, que ahora es solo una silueta en la tangencia de la mente, y entre más nos esforzamos por deslumbrar, con mayor fuerza aparece el sentido de la autoconservación del ser, y tendemos a dejarla morir entre sus cumbres de barro putrefacto, porque aunque no tengo nada contra la gente de barro -al igual que de antaño ser- este lodo que ahora habita en las cumbres, es el mismo lodo que coge a sus presas y las ahoga entre dudas y miedos. De ahí el porqué el repudio por caminar por dicho sendero.no por miedo. si no por asco.
Preferiría perderme en mar. En cielo que en tierra; llenar de dudas el alma, atravesar el ser con caprichos y devorar el sentido con fríos trazos color atardecer.
Esto ha dejado de ser divertido, esto ha dejado de tener color, esto ha dejado de tener sentido. La vida ha regalado sus atributos al primer payaso parado en una pata. Y el alma... el alma ya no.
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