lunes, 18 de agosto de 2025

Perseo enamorado de Andrómeda


Delirio...

Coger su cintura con fuerza,

mientras su cuerpo golpea como martillo al mío.

Sentir su cadera vibrante y sus pechos expuestos a mi placer...

Ohhh, delirio... ¿en qué momento me volví tu esclavo?

Sus gemidos cortan el silencio, mis rugidos devoran el temor.

Sus ojos, perdidos en cuantas noches plutónicas, ahora fijos en los míos.

Un placer mutuo.

Mi diosa... ¡cuánto te amo!

No sabes cuánto amo este momento,

en que tu boca y mi boca hablan un único idioma,

tu piel y mi piel hablan de amor.

Cierro los ojos y aún te veo y siento aquí, galopando mi libido.

Diosa, trágate mi alma, aliméntate de mi carne, devora mis sentidos,
tómalo todo de mí y no dejes nada, porque todo... todo... TODO te pertenece...


No hay comentarios:

Publicar un comentario