¿Y después que?
Todo vuelve a empezar otra vez.
Libido - Bohemia - Placer - Lujuria - Demencia
Yo se que mentí
yo se que falle
que te traicione
y que me aleje de ti
vagando en el denso mar de la falsedad
de espalda al infinito
me puedes matar
me puedes dejar
pero nunca tendrás que te deje de amar
tu sabes que eres
mi otra mitad
mi espíritu gemelo
paula
no me olvides paula
para siempre paula en el alma
me falta tu mirada
tu sonrisa dulce
y tu cuerpo al despertar
dónde estas?
dónde estas?
dónde vas?
se que te perdí cuando resbale
pero nunca jamas te dejare de amar tu sabes que
eres mi otra mitad mi espíritu gemelo
paula
no me olvides paula
para siempre paula en el alma
me falta tu mirada
tu sonrisa dulce
y tu cuerpo al despertar
dónde estas?
dónde estas?
dónde vas?
paula invisible
paula transparente
paula en el alma
me falta tu mirada
tu sonrisa dulce
y tu cuerpo al despertar
dónde estas?
dónde estas?
dónde vas?
La monstruosa secta conocida como el Sabbat es la archienemiga de la Camarilla. Considerado como un grupo de irreflexivos salvajes y demonios sanguinarios por la Camarilla y los clanes independientes, el Sabbat tiene muy mala reputación en la sociedad de los Condenados, y con buenos motivos. Pero no por las razones que alegan otros Vástagos. Mientras los vampiros de la Camarilla abogan por ocultarse entre los mortales y mantener los ruinosos vestigios de su Humanidad, el Sabbat favorece una filosofía distinta. No satisfechos con ocultarse como perros apaleados de los humanos, ni con actuar como peones en los planes de sus mayores, los vampiros del Sabbat prefieren recrearse en su naturaleza no muerta. Tal y como razona el Sabbat, los vampiros están por encima de los mortales, que son simple comida o diversión. ¿No es la vitae de los Vástagos más poderosa que la sangre mortal? ¿No tienen los vampiros poderes que los sitúan por encima de las masas bovinas? ¿Quién necesita la mezquina moral humana cuando es un monstruo inmortal bebedor de sangre? Pero el Sabbat es mucho más que una mera carta blanca para portarse tan abominablemente como se desee. Los vampiros del Sabbat son ante todo ajenos a la humanidad, y su comportamiento lo refleja. Los miembros del Sabbat no buscan un lugar entre los humanos o los que pretenden serlo. Desprecian a la humanidad salvo como fuente de alimento, y son incapaces de relacionarse con vampiros que no puedan aceptar sus naturalezas. Se rebelan incluso contra sus propias no-vidas solitarias, viajando en salvajes manadas nómadas en lugar de llevar existencias aisladas y secretas. Por esta razón, las tensiones son frecuentes en la secta, y su entorno suele sufrir por ello. Las ciudades controladas por el Sabbat son algunos de los lugares más violentos que existen, un dudoso honor sólo disputado por las ciudades donde Sabbat y Camarilla compiten por la supremacía. Ciudad de México, Detroit, Miami y Montreal están bajo el control del Sabbat. Algunas ciudades en disputa son Nueva York, Washington DC, Buffalo y Atlanta. Una ciudad controlada o conquistada por el Sabbat es un lugar inestable y explosivo; los asesinatos se suceden cada noche, y hay robos y violaciones por todas partes. En el Mundo de Tinieblas, estas ciudades han ido creciendo de forma cada vez más alejada de lo humano abandonadas a las depredaciones de los monstruos que acechan en sus callejones. El Sabbat amenaza a todas las ciudades que toca, arrastrándose como un cáncer en comunidades que permanecen en la ignorancia hasta que las manadas de guerra empiezan a arrasarlas. Aunque podría decirse que no es más "malo" que los degenerados antiguos de la Camarilla, el Sabbat es casi universalmente más conspicuo, aterrorizando al ganado con sus insidiosos juegos y su tendencia a la destrucción. Ahora más que nunca, el Sabbat tiene a la Camarilla contra las cuerdas. Muchos neotnatos de la Camarilla, frustrados por el inalcanable poder y la estancada ineficacia de sus antiguos, se han unido a la secta rival. Nuimerosas ciudades que fueron antes baluartes de la Camarilla se encuentran ahora en un atolladero. Los príncipes de la Camarilla temen la marea Sabbat, y hacen bien: sus no-vidas y las de los Vástagos de sus ciudades están en el punto de mira. En consecuencia, los miembros del Sabbat infiltrados en una ciudad de la Camarilla no pueden esperar piedad si son atrapados, pues los príncipes y primogénitos aplastan sin miramientos a los agentes de la secta infernal. Muchos neonatos, todavía deseosos de complacer a sus sires y hacerse un lugar en la Camarilla, ayudan a sus mayores a perseguir al Sabbat. Parece que prefieren lo malo conocido a la secta de la que han oído tantas historias de horror. |
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Los orígenes de esta extraña línea de sangre se han perdido con el paso de los años, pero su afecto por la pompa y sus curiosos poderes han llevado a algunos Cainitas a sospechar que sus raíces se encuentran en los Lasombra. La teoría más conocida atribuye su creación a la experimentación impía con la sangre de los Salvajes y a pactos prohibidosrealizados con demonios. Sea cual sea la verdad, el resultado es una de las líneas más extrañas de todo el Mundo de Tinieblas.
Los Kiasyd son eruditos y guardianes de secretos. Tienden a ser observadores más que a tomar parte activa en actos como las Partidas de Guerra. No les gusta actuar físicamente contra un enemigo, prefiriendo luchar con ingenio y con palabras. Guardan celosamente su conocimiento y sus colecciones privadas. Aunque sus casas siempre están abiertas a cualquier otro miembro de la línea de sangre, son criaturas enormemente territoriales, por lo que la mayoría de las ciudades tienen a uno solo de ellos. A los Extraños no les gusta competir con los demás por el conocimiento. Si alguien se encuentra a dos Kiasyd juntos es probable que se trate de sire y chiquillo, que pueden estudiar juntos hasta unos cincuenta años. Sin embargo, siempre llega el momento en el que el chiquillo busca su propio refugio, normalmente en otra comunidad.
Los Kiasyd son bien conocidos por ser muy calmados y estudiosos. Su raison d´être se centra en sus colecciones de pergaminos, libros, conjuros y en el saber vampírico apilado en sus bibliotecas. Su inusual sed de conocimientos hace que estos lugares siempre esté llenos hasta arriba de material.
Sobre la pertenencia de los Kiasyd al Sabbat, las teorías vuelven a involucrar a los Lasombra. Ya hayan cerrado un pacto con los Guardianes (cambiando secretos por protección), o compartan una relación más siniestra como amo y sirviente, poco se puede decir al respecto. La naturaleza inquisitiva de estos vampiros oculta personalidades retorcidas y perversas, afectadas por los conocimientos prohibidos y, probablemente, por la sangre de hada que contribuyó a su creación. De hecho, se rumorea que algunos Kiasyd son adictos a la vitae de changeling, obteniendo sustento solo de este alimento mágico, no de la pálida e insípida sangre mortal. Se sospecha que otros tienen gustos aún más perversos, alimentándose únicamente mientras violan a sus recipientes en parodias impotentes de arrebato sexual, o robando niños bajo la luz de la luna llena para devorar su carne en sus bibliotecas. Lo único que se sabe de ellos es que son un enigma, y se les tolera únicamente por sus conocimientos.
Apodo: Extraños
Apariencia: Los Kiasyd han heredado su inusual belleza de las hadas. La piel es totalmente blanca y adopta un brillo azulado bajo la luz de la luna. Se rumorea que este tono es una indicación de la edad del vampiro, pero los Kiasyd son demasiado educados como para hablar de si mismos, de modo que nadie lo sabe con seguridad. Son altos y delgados (miden entre 1,80 y 2,20) y tienen narices, pómulos y orejas angulosas. Los ojos también han sido alterados, mostrando únicamente dos manchas negras sin pupila o blanco discernible. Algunos prefieren la vestimenta victoriana o gótica para reflejar su aire estudioso y sombrío, para diversión de los vampiros más modernos. El cabello largo o un pañuelo y las gafas de sol les sirven para ocultar su aspecto único a los ojos curiosos.
Refugio: Para los Kiasyd es importante disponer de un refugio permanente y discreto. Suelen encerrarse en ellos, pasando innumerables horas estudiando hasta que se ven obligados a abandonarlos, ya sea por la curiosidad de invitados no deseados o por el estado del lugar. A menudo eligen como morada una biblioteca privada, un museo, una galería de arte, ruinas históricas o catacumbas. Sea cual sea su estilo, el refugio suele disponer casi siempre de una biblioteca bien surtida y de muchos acomodos de la vida "elegante". Los Kiasyd se enorgullecen de ser buenos anfitriones, y algunos guardan sangre añeja para sus invitados.
Trasfondo: Los Kiasyd eligen como progenie a mortales educados e inteligentes. Los chiquillos potenciales son disciplinados en sus estudios y comparten con estos vampiros el amor por los libros y la curiosidad por desentrañar nuevos conocimientos. Suele elegirse a bibliotecarios, educadores, estudiantes y conservadores de museos. Estos chiquillos suelen tener más contactos profesionales que amigos personales, y valoran la educación y el aprendizaje por encima de la satisfacción personal.
Creación del personaje: La mayoría de los Kiasyd procede de Conceptos estudiosos o sociales, ya que les llama la atención la gente instruida y atractiva. Las Conductas tienden a lo conservador, pero las Naturalezas suelen variar enormemente. Se valoran los Atributos Mentales y Sociales, así como los Conocimientos y las Técnicas. Pocos Kiasyd tienen más Trasfondos que la extraña mezcla de Recursos, Generación y Mentor, ya que no suelen relacionarse con los mortales lo suficiente como para desarrollar más. Enormemente, siguen aferrándose a los principios de la Humanidad.
Disciplinas de Clan: Dominación, Mytherceria, Obtenebración
Debilidad: El defecto de los Kiasyd puede ser atribuido a su sangre mezclada. El hierro puro les causa un gran malestar. En presencia de este metal (a un número de metros igual a la Resistencia del vampiro), la dificultad para resistir el frenesí aumenta en uno. Si se toca se produce una tirada de frenesí inmediata, y las heridas causadas por estas armas causan daño agravado.
Organización: Los Extraños disponen de una organización formal, casi victoriana, basada en numerosas distinciones que sólo tienen sentido para ellos. Cada cincuenta años atienden a una reunión formal en el refugio de uno de los miembros de la línea, donde discuten sobre lo que han descubierto y los nuevos misterios que han desvelado. En raras ocasiones invitan a un extraño o a una manada del Sabbat, de los que se espera que conversen de forma inteligente sobre los temas propuestos. Las manadas groseras u obstinadas son castigadas de forma malévola, desde las burlas siniestras hasta las maldiciones irrompibles.
Cita: Ten mucho cuidado. Eso es una de las Biblias originales de Gutenberg. Si la dañas no tendré más remedio que exigir reparación, y dudo que vivas mucho tiempo sin tu piel