Después de casi 15 años... otra vez use mi máscara de mil caras.
Esa que cubre la piel y los surcos qué dejan las lagrimas al presipitarse al suelo.
Esa misma que ríe, llora, habla y seduce a voluntad. Yo por mientras me haré invisible, me diluiré en tú atmósfera y dejaré que tú gravedad me bote lentamente lejos de ti...
Estoy sentado en la nada, mientras mis pulmones gozan de esta bocanada de veneno, que aturde los sentidos y apacigua el alma.
Ven... hazlo... sálvame la vida...
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