Soy quien quiere estar en tus momentos tristes, quien puede permanecer fuerte hasta el final, soy quien quiere luchar por ambos, soy quien quiere avanzar de tu mano. Pero… ¿y quién eres tú? ¿Eres real?
A veces cierro los ojos y me aferro a los recuerdos donde sentí que tu corazón y el mío latían al mismo ritmo. ¿Acaso puedes también recordarlo tú?
No entiendo cómo puedes soltar mi mano tan rápido… yo daría mi vida por permanecer aferrado a ti. Dime, amor, ¿alguna vez me sentiste junto a ti? ¿Alguna vez nuestras miradas apuntaron en igual dirección?
Hoy el orificio de mi pecho silba más fuerte que nunca cuando el viento hace eco al pasar.
Si alguna vez fuimos dos cómplices mirando la noche pasar, me aterra la idea de que hoy solo sea yo… un yo lejos de un tú.
Qué injusto sentirse así, donde mi mente carcome mis pensamientos y nada, ya nada depende de mí…
¿Acaso todo ha cambiado? Que baje Dios y me lo explique… porque yo aún me aferro a lo que fuimos, mientras la vida me susurra que ya no somos.
Si todo cambió, ¿por qué mi corazón sigue esperando en el mismo lugar, fiel a una promesa que nunca dijiste en voz alta?
Tal vez el amor no se apaga de golpe, tal vez solo se muere en silencio, como nosotros.
Y aquí me quedo, abrazando un eco, mirando tus huellas borrarse en la arena, preguntándome si alguna vez fui tu hogar… o solo un pasajero en tu viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario