Perdóname chamaquito.
Algun día te pasaré tu regalo.
No es tu culpa. Claramente es mía.
Libido - Bohemia - Placer - Lujuria - Demencia
Mi batalla es completamente real.
Es una contienda entre el recuerdo y mi realidad.
Una guerra sin cuartel,
donde trato de guardar silencio,
mientras por dentro lo único que deseo
es besarte hasta que te fundas en mí una vez más.
Pero no…
no, maldita sea.
Esto es por mí.
Esto es porque necesito sanar de ti.
Necesito sangrarte gota a gota,
necesito cerrar los ojos
y encadenar a la diosa pagana
que aún vive en mi mente.
Necesito tomar el control.
Necesito opacar a este triste corazón
que no ha parado de llorarte.
Lo logro comprender:
visitas tanto mi pasado,
como si yo aún viviera allí.
Visitas tanto mi pasado,
torturando mi presente,
como si no fuéramos entes distintos.
Visitas tanto mi pasado…
pero no sabes que lo incendié todo.
Visitas tanto mi pasado,
que probablemente será tu próxima morada.
Qué triste es decir: “comencé a olvidarte”.
Pero entre nosotros, es mentira.
Jamás podría hacerlo,
solo que aprendo a vivir en silencio.
Mi corazón jugó a las cartas con mi mente,
y ha llegado el momento
de guardar mi voz,
y entre susurros decir adiós.
me enamoré de una mirada
de unas pupilas lejanas
de una fria y calida, silenciosa mirada.
que al caer la noche se transformará y
cambiará las reglas a su conveniencia.
Pero murió
y con ella mis ganas de avanzar.
____________________________________________
Querida Loba:
Una década.. dos? el tiempo fluctúa velozmente cuando debería detenerse en algún pasaje de esta historia. hoy tengo sentimientos encontrados, porque tengo una mirada perdida en unas pupilas lejanas, que frustración mas grande, querer y no poder.
mi oscura alma nuevamente en la balanza. acaso ¿seré lo suficiente?
perdido en lo que me perdió.
buscando lo que no me extraña.
B.
pd: ya no puedo oír Sleep Token :/
Loba:
Ahora lo entiendo todo, no es rabia, no es pena, no es desamor, es "frustración"
A veces extraño con nostalgia Monterrey. Que tiempo tan sencillo y simple. Extraño eso.
Pregunta, ¿recuerdas Temuco? la vez que nos recostamos en ese verde monte, donde estaba la cruz, era de día y comenzó a llover mientras nuestra espaldas en el pasto y el mundo se detuvo unos segundos...
Creo que es mi lugar seguro, cuando estoy mal, regreso a ese lugar.
Siempre regreso.
B.
Lo más triste de tu partida es que me enseñaste a vivir contigo…
pero nunca a sobrevivir sin ti.
—EL PUÑAL EN EL CORAZÓN QUE JAMÁS QUISÉ DE MI PERSONA IMPORTANTE—
Jamás puedes obligar a alguien a cambiar.
Cada quién es como quiere ser,
actúa como quiere actuar;
y a su vez,
pierde
lo que quiere perder.
Soy quien quiere estar en tus momentos tristes, quien puede permanecer fuerte hasta el final, soy quien quiere luchar por ambos, soy quien quiere avanzar de tu mano. Pero… ¿y quién eres tú? ¿Eres real?
A veces cierro los ojos y me aferro a los recuerdos donde sentí que tu corazón y el mío latían al mismo ritmo. ¿Acaso puedes también recordarlo tú?
No entiendo cómo puedes soltar mi mano tan rápido… yo daría mi vida por permanecer aferrado a ti. Dime, amor, ¿alguna vez me sentiste junto a ti? ¿Alguna vez nuestras miradas apuntaron en igual dirección?
Hoy el orificio de mi pecho silba más fuerte que nunca cuando el viento hace eco al pasar.
Si alguna vez fuimos dos cómplices mirando la noche pasar, me aterra la idea de que hoy solo sea yo… un yo lejos de un tú.
Qué injusto sentirse así, donde mi mente carcome mis pensamientos y nada, ya nada depende de mí…
¿Acaso todo ha cambiado? Que baje Dios y me lo explique… porque yo aún me aferro a lo que fuimos, mientras la vida me susurra que ya no somos.
Si todo cambió, ¿por qué mi corazón sigue esperando en el mismo lugar, fiel a una promesa que nunca dijiste en voz alta?
Tal vez el amor no se apaga de golpe, tal vez solo se muere en silencio, como nosotros.
Y aquí me quedo, abrazando un eco, mirando tus huellas borrarse en la arena, preguntándome si alguna vez fui tu hogar… o solo un pasajero en tu viaje.
Ahora que tengo 1.000 razones para irme.
Encuentro 1.001 razones para seguir luchando aquí, por ti.
"La imprimación es como cuando tu la ves, todo cambia, de repente ya no es la gravedad la que te mantiene en la tierra sino ella, nada más importa, harías cualquier cosa, serias cualquier cosa por ella"
Stephanie Meyer Dixit
Jacob a Bella en "Crepúsculo"
Mis labios sobre su cadera, recorriendo cada centímetro de su piel, hicieron que sus agitados pechos comenzaran a moverse, espasmo a espasmo; cada beso, poco a poquito, provocaba una corriente magnética en ella. Sus dedos, temblorosos pero firmes, buscaron mi nuca, como si quisieran guiarme a perderme aún más en ese territorio prohibido, donde el calor de su piel marcaba el compás de nuestra respiración contenida.
Sus ojos, perdidos en la nada, pegados al techo, acusaban un placer atochado tras sus pupilas, mientras mordía sus labios pidiendo más y más. Mis manos sobre su cuello, apretando con firmeza, eran parte de este rito pagano, de este placer de a dos. Su espalda se arqueó como si quisiera escapar del suelo, pero en realidad solo buscaba acercarse más, entregándose sin palabras, mientras cada latido compartido sonaba como un tambor secreto, anunciando que nada volvería a ser igual.
Un pequeño gemido cortó el silencio, mientras ella cubría su boca con rapidez. Qué dueto de serpientes más hermoso: el de sus piernas atrapando mi espalda y mis labios sobre su vientre desnudo, mordiendo sutilmente la blanca piel. “No sabes cuánto te amo y deseo, mi diosa” —susurré con placer. Sus uñas dejaron un rastro ardiente en mi espalda, como si quisieran firmar cada segundo de este instante, y su cuerpo respondió con un estremecimiento lento, delicioso, que convirtió el aire en pura electricidad.
Me tomó por las mejillas con ambas manos, guiándome a sus labios, donde, fundidos en un beso inmortal, cerramos los ojos un momento; y, por ese instante, tú y yo: fuimos uno.
Delirio...
Coger su cintura con fuerza,
mientras su cuerpo golpea como martillo al mío.
Sentir su cadera vibrante y sus pechos expuestos a mi placer...
Ohhh, delirio... ¿en qué momento me volví tu esclavo?
Sus gemidos cortan el silencio, mis rugidos devoran el temor.
Sus ojos, perdidos en cuantas noches plutónicas, ahora fijos en los míos.
Un placer mutuo.
Mi diosa... ¡cuánto te amo!
No sabes cuánto amo este momento,
en que tu boca y mi boca hablan un único idioma,
tu piel y mi piel hablan de amor.
Cierro los ojos y aún te veo y siento aquí, galopando mi libido.
Sus labios, apenas entreabiertos,
dejaban escapar suspiros que se fundían con los míos,
hasta que un gemido rasgó el silencio.
Su columna se arqueaba en un susurro de deseo,
sus piernas me atrapaban, negando toda huida,
su ardiente cadera anclada contra la mía.
Tu piel… oh, mi diosa… tu piel…
ardiendo bajo mis manos,
mientras el sudor dibujaba ríos sobre tu cuerpo.
Tus gemidos eran mi melodía,
y mis mordidas, la respuesta a cada nota.
En tu mirada me precipité al abismo,
por un “te deseo”,
por un “te amo”,
por un “soy tuyo”,
por un “eres mía”
Humedad y metal. Oscuridad y silencio. Vaho. Frío.
Escarbo esto desde el veneno,
desde mis últimos suspiros,
desde el aliento final,
desde los últimos susurros del corazón.
Escribo golpeando la jaula con mi cuerpo,
azotando mis hombros contra los barrotes
donde exiliaste mi existencia.
Escribo desesperado
por una bocanada de tu aire,
por un solo latido que me recuerde que aún respiro.
Escribo desde el borde,
donde la cordura y la demencia
se dan la mano.
Estos espasmos,
estos silencios,
el sudor frío,
el silbido del viento atravesando mi pecho desnudo...
—No—
Nada de esto es normal.
Nada de esto está bien.
Y si un día me abandonas en el bosque,
no regreses a reclamar
por qué aprendí a caminar entre lobos.
Solo abro el chat y no te hablo.
Ya no lo escribo.
Solo susurro muy bajito tu nombre,
y comienzo a contarte cuánto te amo,
cuánto te extraño,
cuánto quisiera que todo fuera diferente,
que cuán feliz sería tu vida a mi lado,
qué tan felices seríamos tú y yo.
Te hablo de historias inventadas,
de sueños muy bien planeados,
de risas cómplices, de un futuro...
Un futuro donde tú y yo somos protagonistas.
A veces, solo abro el chat
y te escribo en mi mente.
Te digo cuánto te amo,
y mientras voy soltando el móvil,
recuerdo que no... soy... yo...
--- MUJER: DUELES POR QUE...
1. Español (España, América Latina): Te amo
2. Inglés (Estados Unidos, Reino Unido): I love you
3. Francés (Francia): Je t’aime
4. Alemán (Alemania): Ich liebe dich
5. Italiano (Italia): Ti amo
6. Portugués (Portugal, Brasil): Eu te amo
7. Ruso (Rusia): Я тебя люблю (Ya tebya lyublyu)
8. Chino mandarín (China): 我爱你 (Wǒ ài nǐ)
9. Japonés (Japón): 愛してる (Aishiteru)
10. Coreano (Corea del Sur): 사랑해 (Saranghae)
11. Árabe (varios países): أحبك (Uḥibbuka \[m.], Uḥibbuki \[f.])
12. Hindi (India): मैं तुमसे प्यार करता हूँ (Main tumse pyar karta hoon)
13. Bengalí (Bangladesh): আমি তোমায় ভালোবাসি (Āmi tōmāẏ bhālōbāsi)
14. Urdu (Pakistán): میں تم سے محبت کرتا ہوں (Main tum se muhabbat karta hoon)
15. Turco (Turquía): Seni seviyorum
16. Griego (Grecia): Σ' αγαπώ (S’agapó)
17. Hebreo (Israel): אני אוהב אותך (Ani ohev otach \[m→f] / Ani ohevet otcha \[f→m])
18. Persa/Farsi (Irán): دوستت دارم (Dooset daram)
19. Polaco (Polonia): Kocham cię
20. Holandés (Países Bajos): Ik hou van jou
21. Sueco (Suecia): Jag älskar dig
22. Danés (Dinamarca): Jeg elsker dig
23. Noruego (Noruega): Jeg elsker deg
24. Finlandés (Finlandia): Rakastan sinua
25. Húngaro (Hungría): Szeretlek
26. Rumano (Rumanía): Te iubesc
27. Checo (Chequia): Miluji tě
28. Eslovaco (Eslovaquia): Ľúbim ťa
29. Croata (Croacia): Volim te
30. Serbio (Serbia): Волим те (Volim te)
31. Bosnio (Bosnia y Herzegovina): Volim te
32. Esloveno (Eslovenia): Ljubim te
33. Búlgaro (Bulgaria): Обичам те (Obicham te)
34. Ucraniano (Ucrania): Я тебе кохаю (Ya tebe kokhayu)
35. Bielorruso (Bielorrusia): Я цябе кахаю (Ja ciabie kachaju)
36. Lituano (Lituania): Aš tave myliu
37. Letón (Letonia): Es tevi mīlu
38. Estonio (Estonia): Ma armastan sind
39. Islandés (Islandia): Ég elska þig
40. Maltés (Malta): Inħobbok
41. Georgiano (Georgia): მიყვარხარ (Miqvarxar)
42. Armenio (Armenia): Ես քեզ սիրում եմ (Yes k’ez sirum yem)
43. Albanés (Albania): Të dua
44. Macedonio (Macedonia): Те сакам (Te sakam)
45. Tagalo (Filipinas): Mahal kita
46. Jemer (Camboya): ខ្ញុំស្រឡាញ់អ្នក (Khnhom sralanh anak)
47. Tailandés (Tailandia): ฉันรักคุณ (Chan rak khun)
48. Vietnamita (Vietnam): Anh yêu em / Em yêu anh
49. Indonesio (Indonesia): Aku cinta kamu
50. Malayo (Malasia): Saya cinta padamu
51. Laosiano (Laos): ຂ້ອຍຮັກເຈົ້າ (Khony hak chao)
52. Neerlandés (Surinam): Mi lobi joe
53. Birmano (Myanmar): မင်းကိုချစ်တယ် (Main ko chit te)
54. Mongol (Mongolia): Би чамд хайртай (Bi chamd khairtai)
55. Sinhala (Sri Lanka): මම ඔබට ආදරෙයි (Mama obata ādarayi)
56. Neerlandés (Bélgica/Flandes): Ik zie je graag
57. Gaélico irlandés (Irlanda): Taim i’ ngra leat
58. Gaélico escocés (Escocia): Tha gaol agam ort
59. Galés (Gales): ‘Rwy’n dy garu di
60. Euskera (País Vasco): Maite zaitut
61. Catalán (Cataluña): T’estimo
62. Quechua (Andes, Perú/Bolivia): Kuyayki
63. Aimara (Bolivia): Nanti munta
64. Guaraní (Paraguay): Rohayhu
65. Mapudungun (Chile/Argentina): Inche tañi ayün
66. Náhuatl (México): Nimitztlazohtla
67. Zapoteco (México): Naa lidxe’
68. Hawaiano (Hawái): Aloha wau ia ‘oe
69. Maori (Nueva Zelanda): Aroha ahau ki a koe
70. Samoano (Samoa): Ou te alofa ia te oe
71. Tongano (Tonga): ‘Ofa atu
72. Fiyiano (Fiyi): Au domoni iko
73. Tahitiano (Polinesia Francesa): Ua here vau ia oe
74. Cree (Canadá): Kisâkihitin
75. Inuktitut (Canadá/Ártico): Nagligivagit
76. Zulú (Sudáfrica): Ngiyakuthanda
77. Xhosa (Sudáfrica): Ndiyakuthanda
78. Swahili (África Oriental): Nakupenda
79. Hausa (África Occidental): Ina son ku
80. Yoruba (Nigeria): Mo nifẹ rẹ
81. Igbo (Nigeria): A hụrụ m gị n’anya
82. Amhárico (Etiopía): እወድሃለሁ (Ewedihalehu)
83. Somalí (Somalia): Waan ku jeclahay
84. Bereber/Tamazight (Norte de África): Hemlagh-k
85. Malgache (Madagascar): Tiako ianao
86. Cebuano (Filipinas): Gihigugma tika
87. Chamorro (Guam): Hu guaiya hao
88. Kirguís (Kirguistán): Мен сени сүйөм (Men seni süyöm)
89. Kazajo (Kazajistán): Мен сені жақсы көремін (Men seni jaqsı köremin)
90. Tayiko (Tayikistán): Ман туро дӯст медорам
91. Uzbeko (Uzbekistán): Men seni sevaman
92. Pastún (Afganistán): زه تا سره مینه لرم (Za ta sara meena laram)
93. Kurdo (Kurdistán): Ez hej te dikim
94. Tamil (India, Sri Lanka): நான் உன்னை காதலிக்கிறேன் (Naan unnai kaadhalikkiren)
95. Telugu (India): నేను నిన్ను ప్రేమిస్తున్నాను (Nenu ninnu premisthunnanu)
96. Canarés (India): ನಾನು ನಿನ್ನನ್ನು ಪ್ರೀತಿಸುತ್ತೇನೆ (Naanu ninna preetisuttēne)
97. Malayalam (India): ഞാൻ നിന്നെ സ്നേഹിക്കുന്നു (Ñān ninne snēhikkunnu)
98. Panyabí (India, Pakistán): ਮੈਂ ਤੈਨੂੰ ਪਿਆਰ ਕਰਦਾ ਹਾਂ (Main tenu pyaar karda haan)
99. Támil (India): நான் உன்னை காதலிக்கிறேன் (Naan unnai kaadhalikkiren)
100. Esperanto (idioma artificial): Mi amas vin
Entre más lo dañaba,
más estaba allí.
Entre más fuerte clavaba el puñal,
más fuerte me abrazaba.
Yo no sabía cómo actuar frente a su amor,
pero él me demostraba
que, por más fuerte que fuera mi mordida,
más fuerte eran los sentimientos que tenía por mí.
Tenía miedo.
No sabía lo que hacía.
Estaba asustada…
pero ese sentimiento me invadía.
Yo no lo busqué
Él llegó a mí.
Y me hizo entender:
necesitaba estar allí.
— por mí —
— por él —
Ya debo decir basta.
Ya debo retirar mis sonrisas.
Ya debo dejar de hablar de amor.
Otro se encargará de eso:
otro que te hable de amor,
que se ilusione día a día con verte,
que bese tus ojos para que no llores más,
que acaricie tu frente tantas veces como pueda,
que muerda tus dedos…
para que no te dañes más.
Otro que imagine un futuro contigo.
¿Yo…?
Yo muero en tus ojos.
Muero en otros abrazos,
en otros besos que no son tuyos.
Muero en pupilas vacías,
a galaxias de distancia de ti.
Ya debo dejar de hablar de amor.
Él… él lo tiene todo.
Otro camina los valles,
el vergel, el páramo que solíamos transitar.
Otro recorre el lugar donde yo deseaba habitar,
donde aún deseo vivir,
una vez más.
Pagana... ¿Cuánto debo extrañarte?
¿Cuánto más para poder olvidarte...?
Por favor...
Cómo amaría verte al despertar.
Cómo amaría besar tus labios cada anochecer,
entrelazar tus dedos con los míos
y que supieras cuán especial sigues siendo para mí.
Pero no.
No puedo seguir viviendo así.
No es justo.
Nunca lo fue.
Cómo amaría ser yo
el dueño de tus suspiros.
[Lágrimas... muchas, muchas lágrimas.]
Cuánto te amo,
ex diosa pagana.
Y en ese instante en que ya no existían las prendas.
En ese segundo en que sus latidos se sincronizaban con los míos.
En ese maldito momento en que sus piernas se enredaban con las mías.
En ese preciso punto donde besé su frente, me dije en silencio:
—El día que te vayas, me va a doler hasta el alma—.
Ese día... es hoy.
No es normal extrañarte tanto.
Aun así, ¿cuándo lo muestro fue normal?
Aunque no me veas, sigo aquí. A un minuto de ti.
Descansa mi Diosa pagana, descansa...
Ella lo miró a los ojos, esperando una respuesta que pudiera satisfacer el eco que retumbaba en su pecho.
Él desvió la mirada, como si en sus pupilas llevara el peso de todas las promesas que nunca tuvo el valor de cumplir.
Sus manos rodaron por su pecho, tratando de encontrar ese corazón delator.
Pero bajo su piel solo halló un abismo quieto, un silencio espeso donde antes latía la esperanza.
—¿Esta acaso es tu decisión? —susurró en silencio.
Él asintió sin palabras, como quien firma una sentencia que lo arrastra también al abismo que niega.
Los colores opacaron y los silencios gritaron a los vientos. Todo ha cambiado, él rompió el pacto, él traicionó al corazón.
Ella, con el alma deshilachada, sintió que el amor no muere de golpe —se desangra, lento, en cada mentira dicha con voz temblorosa.
Ella giró en su centro, pensando en huir. Más él la atrapó por la cintura y impidió el acto: —Te amo —dijo mientras su herida brotaba aún, ríos de azul vitae.
—No sabes amar —respondió ella, con la voz hecha cristal—, porque el amor no clava espinas donde antes florecían caricias.
—Esta rosa fue una promesa vacía, que regalaste a infinidad de postores. Alguna vez sé honesto, mírame a los ojos y dime que soy real —replicó con celeridad.
Él tembló, atrapado entre el peso de su culpa y la belleza terrible de su verdad, y murmuró: —Eres lo único real que he tenido… pero llegué roto, y te rompí a ti también.
—Toma mi mano y rompamos la mano al destino... ¿o acaso tienes miedo de vivir?
—Tengo miedo de vivir sin ti —confesó, dejando que una lágrima ardiente cayera como sentencia—, pero a veces el amor no basta para sostener un mundo hecho trizas.
Ella soltó sus brazos y dio un paso atrás: —Abandono este templo en ruinas, eres libre.
Él cayó de rodillas, como un creyente expulsado de su fe, y en su pecho solo quedó el eco de su nombre, repitiéndose como un rezo que ya nadie escucha...
Principito: ¿ya y como te gustan?
Blanck: verde, grande, tradicional...
Principio: ¿y si no?
Blanck: azul, grande, tradicional...
Principito: ¿y si no?
Blanck: mmmm alta, rubia...
Principito: ¿y loca**?
Blanck: Si. Si... y loca...
**Nadie dijo "loca" pero se cambió en el texto
—No sé lo que hago.
—Ni yo.
Así, el ángel y el demonio comenzaron su viaje.
En silencio. En oscuridad. Con confusiones tan evidentes como la luna sobre ellos.
El corazón del ángel galopaba tan fuerte que el ruido de los cascos —ensordecedor— rompía el clima del lugar. Sus manos, heladas como el hielo, se convulsionaban en busca de calor.
El demonio, perdido. Ahogado en este océano de dudas, no quiso respuestas. No quiso excusas. No quiso lamentos.
Solo buscó lo que verdaderamente deseaba: la verdad de sus labios.
Entiende, ángel mío...
Muchos han visto tus ojos, pero jamás la desnudez de tu alma a través de ellos.
Y lo sé. No tienes que decirlo... porque también lo siento.
Solo un parpadeo.
Y el demonio acercó su rostro al de ella.
Todo perdió sentido.
El mundo se opacó.
Todos los silencios alzaron su voz…
y nada.
Solo la nada.
Un beso inmortal. Un beso digno de ser contado.
Un beso que retumbó como truenos precipitándose al suelo.
Un beso que hizo enmudecer a otros.
Un beso nacido del amor, de la pena… y del dolor de no estar el uno junto al otro.
Un beso que, al cerrar los ojos, duró una vida completa.
Un beso inmortalizado en un lienzo de oro.
Un beso que susurró su nombre en la oscuridad:
Ángel...
¿En qué momento nuestro lenguaje del corazón se transformó en este rito,
donde debamos dañarnos para ser honestos entre nosotros, ángel mío?
Él se aferró a ella como quien, en una noche plutónica, se aferra a algo sagrado.
La besó como nunca antes: entre lágrimas y sonrisas. Entre miedos y culpas.
No quiso pensar en consecuencias, ni orgullos ni egos.
Solo Eros y Psique: el Corazón y el Alma
He escrito tantas veces este texto, que cada letra duele más que la anterior.
Ya han dejado de ser oraciones; son cuchillas que atraviesan mis heridas abiertas.
Lo he borrado tantas veces, tratando de opacar lo que siento,
intentando solo silenciar esto que grita sin voz.
He dicho tantas veces tu nombre en esta habitación vacía.
Te he pintado tantos cuadros...
Tantos finales.
Tantas despedidas...
Tantos besos, mi amor...
Te odio porque te amo.
Te amo, y me destruyo a mí mismo.
Y tú, dudando aún si mirar atrás.
¿Dónde quedaron tus suspiros perdidos?
¿Dónde quedaron tus lágrimas de libertad?
Perdidos...
Perdidos en una solitaria habitación vacía...
Rodeados de humanos, y más solos que nunca.
Perdóname, pero no puedo honrar el pacto...
Me dueles hasta la sombra de un beso que no volverá.
Abre los ojos y se valiente, se valiente amor.
Hay un vacío.
Uno que no solo duele...
uno que arranca el alma desde dentro,
que cala como aguja helada directo al corazón.
Un silencio que silba entre los restos de lo que fuimos,
y hace eco en mis costillas rotas,
como si el viento supiera que ahí
vivía tu nombre.
Tu nombre...
ese que repito en cada maldito segundo.
Ese que se escapa de mi boca
aunque juré que ya no quiero pronunciarlo.
—Odio este momento—
Lo odio, amor.
Porque me dejaste solo con lo peor de mí.
Me rompiste.
No sabes cuánto.
Lo hiciste con una sola oración.
Una sola.
“Es él.”
¿Sabes lo que hiciste?
Destruiste todo lo que era.
Convertiste a un ser humano en cenizas
sin siquiera mirar atrás.
Y te odio,
porque es lo único que me queda.
El odio se volvió mi abrigo cuando el amor comenzó a cortarme por dentro.
Es la única cosa que impide que corra a tus brazos,
que me humille otra vez,
que me arrastre por un poco más de tu calor.
—Te odio como nadie.
Porque te amé como nadie.—
¿Tan poco valía todo esto?
¿Tan insignificante fui,
que así tenía que acabar?
No tienes idea de cuántas madrugadas me encontraron
despierto,
vacío,
preguntándome en qué fallé.
Rasgándome la garganta en silencio,
para no gritar tu nombre.
Pero, ¿Qué importa, verdad?
¿Alguna vez te importó algo?
¿Me importaste tú a mí más de lo que debías importarte tú misma?
Tal vez.
Pero eso ya no cambia nada.
Una vez me llamaste “malo”.
Y si eso soy…
¿Qué eres tú, mi amor?
Al menos yo haré de este dolor una historia.
Al menos yo haré de esta ruina algo digno de contar,
porque solo así,
entre cenizas,
tal vez,
algún día,
podré dejar de amarte.
Aunque no sé si eso sea posible...
Te extraño.
Dios… te extraño tanto.
Pero no merecía esto.
No de ti.
Nunca de ti.
Así que cubriré mis lágrimas con una máscara,
y juro por todo lo que alguna vez sentí,
que jamás volverás a ver este amor desnudo.
Porque se necesita ser cruel —o estúpidamente ciego—
para destruir a la única persona
que habría quemado su mundo
solo para darte un poco más de luz.
Te amo.
Y te odio.
Y eso me está matando.
Y como último acto de amor:
Permutaré mi amor, para que ella abra los ojos. Aunque eso me signifique desaparecer para siempre en el proceso.
Blog cerrado por luto del autor.
Que se rompa el pacto
Teme al hombre que ya no tiene nada que perder,
porque ya ha perdido lo más sagrado.
Quédate con la escoria —
Que no le interesa lo que es sagrado para ti,
esa que coquetea en círculos muertos,
esa que besa mentiras con sonrisa falsa.
Quédate con la escoria que le habla de amor
a mis perfiles falsos — besos de Judas disfrazados.
Que se rompa el pacto. Ya no hay nada que proteger.
Nuestro acuerdo fue un espejo quebrado,
fragmentos imagenes rotas de nosotros —
una imagen distorsionada que no regresará.
Mil veces te dije: abre los ojos.
¿Todavía crees que era tu mejor opción?
¿O fue sólo un espejismo?
¿Acaso no ves el pacto de arena colapsando en tu mano?
El silencio entre nosotros pesaba más que cualquier grito no dicho.
Lamentablemente el hiel absorbía sus corazones,¿Anestesia Emocional?
¿Estoy haciendo esto desde mi deseo real o desde mi herida?
Te veo en la oscuridad y siento al inccubo tragarse mi alma,
bohemia devórame el corazón; entre rabia y pena..
si solo dijeras "ven"
si solo lo dijeras...
Estás de duelo. Y el duelo es real aunque nadie haya muerto.
Es el duelo por lo que no fue.“Ojalá no tuviera que protegerte de lo que ya deberías saber.”
Rafaela:
Mi amada Rafaela, casi media década sin escribirte nada.
Casi media década sin escuchar tu voz, sin buscar tus miradas, sin recordar tus besos.
Gracias,.. , gracias por volver y hacer que recuerde algo tan esencial como saber el ¿quien?. y el ¿para que?
a veces corremos tan rápido que perdemos de vista el camino. a veces adormecemos los sentidos al punto que deja de importa el demonio. Y nos preocupamos mas del pecado.
La luna de tauro ha traído a mi el cordero que siempre existió. Es divertido pensar que el destino se ensañó con nosotros [risa onda y perdida], nos tuvo miedo. En realidad no tuvo el valor de asesinarnos cuando pudo y se dedico a espectar el como desaparecíamos poco a poco en montañas de tiempos robados y besos susurrados.
Dime Rafaela, ¿Qué noche plutónica estas observando? ¿En que ladera perdida y olvidada haz sembrado la esperanza de un mañana? ¿Te has olvidado de mi en algún momento?
Que hermosa sensación, la de llegar a tus cadenas la noche anterior. y poder dormir abrazado al metal que te mantiene cautiva... ¿o es acaso para que no desates tu ira? [cierra los ojos]
... Si, es por la ira ...
pd: si fueron 10 años.
Sabes, nunca romperé la promesa que te hice....
Seguiré amándote y cuidando de ti.
Aunque ya... no estés.
No se me rompió el corazón
Se me rompió la vida.
Que no pasa un día que te piense o extrañe...
Maldición. Juro que correría a ti. Ahora ya si pudiera.
No eres algo pasajero.
Eres el amor de mi vida. Saliendo de mi corazón, porque tu lo decidiste por ambos.
Te extraño.
Obligado a guardar silencio.
No por ti. Sino por mi.
Aunque tu voz se encuentra en mi voz.
Y mi mirada se completamente a la tuya.
En mis movimientos se encuentran los tuyos.
Y cada gesto, cada sonrisa te pertenece.
Obligado a guardar silencio.
No por ti.
Si, por mi.
Can I confess a truth that hurts me?
I'll force myself to forget you.
Because for you, you'd be willing to sacrifice the whole world.
But...
what about you?
I could keep waiting for that miracle.
But I have no more tears to cry...
TE JURÉ UNA ETERNIDAD EN SUSURROS DE MEDIANOCHE
y ahora solo tengo ecos que retumban en mi pecho.
INVENTAMOS UN IDIOMA EN MIRADAS COMPLICES
hoy solo hablamos el lenguaje del silencio.
JURAMOS SER LOS DIOSES DEL FUEGO
hoy solo cenizas quedan como testigos de un tiempo mejor.
BAILAMOS AL RITMO DE DOS CORAZONES SOLOS.
hoy solo es música de luto la que acompaña el compas.
29 horas.
definitivamente, me duele hasta el respirar tu aroma.
definitivamente, me dueles hasta el alma.
búscame, abre mis ojos, besa mis labios; dime que todo estará bien.
dime que sigues aquí en pie, por mi, por lo nuestro...
dime que aun buscar mi amor...
solo dime...
que buscas mi locura y mi demencia, porque la tuya no es suficiente...
31 horas sin llorar tu nombre.
Pudo ser más, pero no pude aguantar como esperaba.
Recupera tu centro y comienza a caminar.
Necesito de ti.
Extraño tanto esa sonrisa.
Esos ojos mirando dentro de mi.
Esa gesticulación, sutil y leve.
Esos labios buscando los míos.
Maldito luto maldita seas. !!!
¿Cómo te despides de una persona que realmente no quieres despedirte?
Adiós...
De verdad que me encantaría verte en otra vida
porque en esta ya sabemos que no se pudo
fue hermosa la fantasía contigo
imaginar esa vida que pudimos tener de habernos conocido antes
nunca se está preparado para un final
y no puedo explicarte cuanto me cuesta
PERO SÉ QUE VAS A ESTAR BIEN
Y YO TAMBIÉN... Eventualmente...
Encajamos en un espacio y tiempo que ambos teníamos de sobra
y nos dejamos llevar
pero ya es momento
de volver a nuestras vidas
como justo antes de conocernos
adiós...
Aunque no lo quiero...
Adiós...
Fue mi culpa...
Porque incluso te amé con las partes más rotas de mi alma...
Fue mi culpa...
Por no ser lo suficiente... para ti...
Llegaste a mi cuando no esperaba nada de nadie.
Y te has llevado una versión de mi a la que nadie puede acceder.
Aun me desvelo por las noches con el café; de tus ojos.
Y aun de dia; despierto con los latidos de tu corazón.
Despierta por favor, despierta...